martes, 1 de diciembre de 2009

REGRESO A TI



Vuelvo a cobijarme con el recuerdo imaginario de tu eterna ausencia, de tu pálida mirada enredada entre la obscuridad que resguarda los suspiros que solté pensando en ti.

Jamás debí desclavar mi mirada de tu firmamento, y por eso espero perdones a este loco que por descuido y por el peso excesivo de tu distancia me hizo voltear a ver cometas que cercanos parecían llenarme de tibieza, perdóname por perderme entre los brillos que tan breves iluminaban mis pasos, perdóname por dejar de esperarte creyendo que alguien más podría esperarme.

Regreso a imaginar tu voz que no grita más que silencios,

Regreso a mirar tu rostro que aun no he grabado en las yemas de mis dedos,

Regreso a marcar los asfaltos en busca de tus pasos que aun no escucho acercándose a mí, de la sala a la cocina, de la cocina al jardín, del jardín al cielo.

Regreso a pensarte, a buscarte, a reencontrarte entre las ausencias, entre el frio de las mañanas, entre las parejas que camina de la mano mientras se frotan los pulgares para saberse uno parte del otro.

Regreso a tus labios que pinto en tres horas, a tus ojos que invento y que tardo en definir, que terminan siempre una noche contemplando tu mirada, buscando entre el brillo del óleo húmedo un destello que me diga que estas despierta, que estas para mi, que estas, simplemente que ya estas.

Regreso a danzar sobre cielos cerúleos, sobre océanos ultramar, sobre mi azul que es tu azul, así como mis manos son tus caricias, y tus miradas mi esperanza, y el oírte mencionar mi nombre la razón de este proceso en el que pierdo la cordura cada noche, cada amanecer, cada invierno y verano y en mañanas que el sol no calienta, y en noches tiritando entre suspiros y de todos mis latidos.

Regreso porque si algo es cierto es que no soy de nadie, y soy de ti y para ti, y tu para esta vida en constante búsqueda de ti, de todo lo que eres y no eres, y que no fuiste entre mentiras, entre engaños, entre carnalidades que vuelven el juego vano, el deseo solo deseo, y las miradas vacías.

Regreso porque aun te miro cada noche, porque compartes conmigo esta espera de ti, y me esperas, y me miras, y sigo desvaneciéndome cada día mas, y ya no me ven, ya no hace falta cubrirse, esconderse, salir corriendo, pues el viento me va favoreciendo con su roce y mi piel desgasta hasta que poco a poco he comenzado a ver detrás de mi piel, pero tu aun me ves y yo aun te veo, siempre.

Vuelvo ya lo ves, con este fracaso que son los intentos, ¿Qué es un intento, si no una manera anticipada de fracasar? Y pensé en volverlo a intentar y por miedo o por astucia, decidí volver.

Volví porque este amor no sabe hacer otra cosa más que volver, más que regresar siempre, así como regresas siempre a cada noche a acompañarme, y te metes bajo la piel y opacas el cristal de los recuerdos, y sanas las heridas, y me pierdes entre tus ausencias, entre tus distancias, entre la voz que imagino, entre la mirada que clavas en mi pecho donde reconoces lo que siempre ha sido tuyo, porque solo tus manos tienen espacio tan pequeño para un corazón como el que entre escombros de esta burla que soy se asoma temeroso.

Y vuelvo y te encuentro entre los suspiros llenos de esperanza que aun no anuncian tu llegada.

Y vuelvo y te sigo buscando tu aroma entre aceites y pigmentos, entre humedades caducas que han secado al paso de los años.

Y vuelvo y vuelves, y llegas sin llegar, y te espero y siempre me esperas, y sigo siendo yo y tú sigues siendo mi único latido, mi única y dulce agonía, hasta que vuelva a encontrarte quizás en otro latido.


0 comentarios:

Publicar un comentario

COPY..WHAT?

Creative Commons License Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.