Aun no apagues la luz por favor, déjala cinco minutos más.
Pero ya tengo sueño.
Déjame terminar de deformar tus dudas y tus miedos.
Pero son muchos y tardaras varias noches.
Déjame seguir transmutando tu pasado y la incertidumbre de nuestro futuro.
Sabes que no creo en el futuro.
Déjame crearte este presente de fantasías y sueños, de los tuyos mezclados dentro de los míos.
¿Harás una amalgama? Pero que sea muy fuerte por favor que tengo tantas cosas rotan en el corazón.
Déjame vaciarte las heridas y dibujar sobre tus cicatrices constelaciones nuevas, que bastante falta hacen en este cielo sin estrellas que son mis ojos sin tu reflejo.
Pero solo si me haces cosquillas al tocarlas
Déjame hacerte olvidar tus olvidos, y que perdones los míos
Tu mala memoria me desquicia, pero me desquicia mas olvidar que no te conozco
Entonces déjame enseñarte que es lo que recuerdo mejor.
El cielo de noche y las madrugadas en tu Luna.
Y que sepas que no cuento las horas ni los días, ni los pasos que hay entre tú y yo a cada madrugada, que no recuerdo la fecha en que nací pero recuerdo bien lo que sentí en el momento que te encontré.
Yo cada día te encuentro y me pierdo cada día más.
Entonces vamos a encontrarnos en un lugar diferente, ¿Qué te parece aquella estrella que se ve al lado de el cinturón de Orión?
¿Y si me pierdo una vez más al tratar de perderme contigo?
Solo tendrás que preguntarle a la Luna donde te espero.
¿Y que pasara cuando perdiéndonos nos encontremos? ¿Me reconocerás si no soy yo?
La ventaja de perdernos será que encontraremos quienes somos, y aunque no me conozcas tu reconoceré muy bien tu mirada brillando entre tanta estrella.
Entonces espérame.
Entonces te esperare y te encontrare.
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